domingo, 3 de agosto de 2014

Vivimos en un mundo raro

A todos nos pasa que de pronto reflexionamos en lo que estamos haciendo para ganarnos la vida y nos damos cuenta de que estamos solucionando la vida a otros, pero muchas veces no estamos disfrutando del beneficio directamente, simplemente recibimos una paga y nos olvidamos del tema.

Niño cultivando cacao en Africa
Situaciones como un administrador que todos los días cuenta los millones de alguien más, un publicista que se encarga de realizar una gran campaña para un producto del que no es consumidor o un jardinero que crea hermosos paraísos en los que jamás caminará. Todas estas son cosas suenan raras y un tanto contradictorias, sin embargo podemos vivir con ello, porque podemos ver el resultado final de nuestro trabajo aunque no nos beneficie directamente. Un arquitecto no vivirá en la gran mansión que diseñó, pero tendrá el gusto de poderla admirar su obra de arte cada que pase frente a ella. ¿Qué sucedería si trabajáramos con los ojos vendados y no pudiéramos ver nunca el resultado final de nuestro trabajo? o peor aún, que ni siquiera sepamos cual es el objetivo de lo que hacemos.

Piensa en un chef, ¿Te imaginas que nunca haya probado sus propios platillos? Pues en África sucede algo parecido. Este es un continente con condiciones ideales para el cultivo del cacao y muchos de sus países son grandes exportadores. Costa de Marfil es el mayor exportador de cacao del mundo con una producción anual de 1.6 toneladas, sin embargo, la mayoría de los agricultores no saben para que se usa el cacao y jamás han probado una barra de chocolate. El siguiente video muestra la reacción de varios agricultores al probar por primera vez en su vida un trozo de chocolate.


¿Cómo te quedó el ojo? ¿Verdad que te sientes afortunado?

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