lunes, 2 de junio de 2014

El Rey Juan Carlos Ha Abdicado

Esta frase podría sonar un poco anticuada tomando en cuenta que estamos en 2014. La simple idea de que aún existan países con monarquías parece un poco retrógrada en nuestro tiempo, pero es un hecho, aún hay monarquías y España está entre ellas. La realidad es que después de tantos años de escándalos y de una fuerte crisis económica en la península ibérica, el rey ha anunciado que abdica, pero, ¿Qué significa esto realmente?

España es un país donde la mentalidad de los jóvenes dista mucho a la de sus padres, quienes aún son muy conservadores; pero ¿Qué sucede cuando las nuevas generaciones españolas tienen tanta sed de revolución, de una democracia política y de pronto el rey abdica? La respuesta es fácil y la podemos ver en la Puerta del Sol. Gran parte de la sociedad española no quiere un rey sucesor, no quieren un Rey Felipe; lo que ellos quieren es el fin de la monarquía, por eso se han reunido en el kilómetro cero acompañados de banderas Rojo, amarillo y púrpura para exigir un verdadero cambio.

Las consecuencias de esta noticia que el Rey Juan Carlos nos ha dado hoy, van más allá de las manifestaciones que hoy exigen una democracia en el país. Esta será la oportunidad perfecta de comunidades autónomas como el País Vasco y Cataluña para velar por sus respectivas independencias. Si España ya se encontraba en crisis económica, ahora ha iniciado una crisis política que sin duda marcará la historia de este país.

Alguna vez tuve la oportunidad de platicar con personas pertenecientes a países monárquicos, entre ellos Bélgica y España, y me di cuenta que la razón de ser de las monarquías en pleno siglo XXI va más allá de los linajes o de la designación "divina". Los ciudadanos están conscientes de que un monarca no es más que una atracción turística más y saben que eso le suma un atractivo a sus países; pero ¿Qué pasa cuando la monarquía comienza a pesar? ¿Qué sucede cuando los lujos del rey y su familia son muy caros y la ciudadanía se encuentra en paro? Lo que sucede es simple, el pueblo se molesta (pregúntenle a Luis XVI).

Aquellos que estén en favor de la monarquía podrán decir que los países "democráticos" también tienen gastos injustificados de sus presidentes (el mio es un gran ejemplo), pero estoy seguro que es más fácil cuestionar una presidencia que una monarquía, porque al primero se le puede renovar cada 4 o 6 años y el rey se queda el tiempo que él desea, como en el caso de España, porque aunque el rey se va, no lo hace porque se le haya demandado, sino porque se vio forzado a hacerlo para mejorar la imagen de la institución que representa y él lo decidió.

Muchos errores se han cometido en la monarquía española y sucede que el Rey tiene que abdicar, pero a diferencia de lo que Juan Carlos de Borbón cree, su sucesor podría no ser Felipe de Asturias, podría más bien ser el fin de la monarquía.

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